La Frontera en Border Santo de Virginia Hernández
Virginia Hernández es dramaturga y narradora radicada en Ensenada; es Licenciada en Literatura Dramática y Teatro, por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y tiene una Maestría en Sociología por la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC. Cuenta con una fuerte experiencia en el quehacer teatral, en el cual ha participado como actriz, directora y dramaturga.
Nace en Nayarit en 1959, pero cuatro años después su familia se va a radicar a Ensenada Baja California, después de terminar la preparatoria decide ir a la Ciudad de México a estudiar la Licenciatura. Después del terremoto de 1985 decide regresar a su ciudad natal. Es Actualmente encargada del Taller de Teatro en la Escuela de Artes y Maestra en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales en la UABC.
Fue becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FOECA) en la trayectoria por los proyectos dramatúrgicos: Los Guardianes del Tiempo (1997), Border Santo (1999), y Teatro breve para Párvulos (2006). Gano premios por los trabajos: Guardianes del tiempo, premio Estatal de Literatura “Palabra Mágica”, 1998; Border Santo, mención especial en el Premio Internacional “María Teresa de León” para dramaturgas Iberoamericanas de la Asociación de Directores en España, 2000;La pequeña Tijuana, Premio Nacional de Cuento, Mérida, 2000; ¿A que Jugamos?, Premio Nacional de Teatro Infantil en el Primer Certamen Nacional de Teatro Infantil y Juvenil, Guadalajara, 2005; Los Fantasmas de Douglas, Premio Estatal de Literatura 2006 del ICBC.
OBRAS:
Niños (2005), Vudú (1997), Pedir sin merecer o Los cofrecillos del diablo (1994) , Paso de Ballenas (2000) , La Pepena (2002), Sanborns Light (2002), Duodécimo (2002 ), Expresso Norte (2002), La ciudad de las moscas (2002).
Introducción
Asunción sale de su pueblo para cruzar “al otro lado” donde hay nuevas oportunidades de trabajo y sobre todo mejor pagado, dejando a su esposa Soledad que lleva un embarazo avanzado y a sus otros hijos. Asunción con la esperanza de brincar a Estados Unidos, pasar la alambrada, el fierro viejo retorcido sin que la policía de migración los descubra, hace un largo viaje por el desierto de una de las ciudades fronterizas, en el transcurso se encuentra a una peregrinación que va tras un santo que tienen en una carpa en donde pareciera que presentan un tipo de espectáculo de fenómenos como la mujer que se convirtió en tarántula por contestarle a su mamá en la obra de Camino Rojo a Sabaiba de Oscar Liera, todos esperando ser iluminados por el Santo milagroso tras una larga espera de días, semanas quizás meses, hasta que los pecados de aquellos que desean cruzar sean perdonados por la gran fe que demuestren tenerle al Santo. Más tarde Soledad la esposa de asunción sale también del pueblo, tras el rastro de su esposo para hacerlo desistir de sus ideas, pero el destino no los cruzara más que en sueños y alucinaciones.
Border Santo es todo frontera, examinada en sus múltiples variantes: tráfico de indocumentados, trata de blancas, fanatismo religioso, tráfico de drogas, traición, muerte, violencia, transculturación, pero también amor a ultranza. Todo ello comprendido en un todo concatenado. La frontera con vida propia, brutal y terriblemente coercitiva, en donde los personajes son movidos los unos, en un eterno afán de pasar “al otro lado” y los otros, de comercializar esa necesidad.1
En un fragmento del prologo que escribió Enrique Mijares de la obra podemos darnos cuenta de las diferentes atmosferas que utiliza la dramaturga.
La acción no avanza, sigue detenida al pie de la línea, aplazada indefinidamente, aunque mostrando tras de sí una estela de especulaciones y hacia delante un cúmulo de expectativas. Esperanza y muerte amancebadas en el intento. Intento palpitante, inminente, suspendido; cuantas veces anhelado y al mismo tiempo diferido; intento siempre postergado, aunque mentalmente se le haya dado innumerables opciones de consumación. Prejuicios, religión, talismanes, tradiciones, gestos supersticiosos, patrañas, suposiciones desmesuradas, propaganda engañosa, mitos mentiras, corrupción, impulsos y lastres. Eso es Border Santo, el sueño de cruzar la frontera y el análisis desde todos los ángulos de ese intento fugaz. ¿Y la tierra…? ¿Qué sabe de pleitos y de alambradas? 2
2 Mijares Enrique, Fragmento de “Prologo” Virginia Hernandez Frontera 15 2005
La Frontera en los personajes
Asunción
En el inicio de la obra aparece una mujer con cántaros de agua a la mitad del desierto por una de las ciudades fronterizas, muy cerca de la alambrada, el muro, como muchos lo llaman, la mujer lo recorre todo el tiempo ofreciendo agua a todos aquellos que se encuentran perdidos y quieren pasar de una forma ilegal a los Estados Unidos de América. La mujer que lleva agua, para mi tiene el significado de la vida, de una guía, de la esperanza. Entra a escena Asunción el personaje principal de la obra un hombre joven que deja su pueblo y su familia para ir en busca de mejores empleos, de mejores salarios y oportunidades. Asunción sigue el ejemplo de hombres que vivían en su pueblo, muchos siguen allá, otros jamás lograron cruzar y otros tanto no regresaron. El personaje conforme avanza en su recorrido se encuentra con una serie de percances consecuencia de falta de dinero, la precaria situación del lugar, un guía, que lo desaniman y hacen que piense que no lograra llegar a la frontera y mucho menos cruzarla.
En la escena tres solo aparece en el marco de la puerta escuchando a su esposa soledad que le ruega que se quede, pero el personaje ya está decidido a irse, la ilusión de encontrar un mejor trabajo en Estados Unidos no lo hace titubear. En el camino se va encontrando hombres que también tienen como objetivo llegar a la frontera esto ocurre en la escena cuatro.
Escena IV
Hombre: ¿Pa dónde?
Asunción: Pal bordo.
Hombre: ¿Ya?
Asunción: ¿A qué esperar?
En la escena seis y siete Asunción llega a una carpa para ver a un santo de la cual le hablaron y le contaron que hacia milagros y ayudaba a pasar al otro lado a toda la gente que le tenía fe. La necesidad, las creencias y los rumores orillan a este personaje a seguir un grupo de gente que también busca el mismo objetivo dentro de la historia, encontrar un trabajo de Lavaplatos, jardinero, cocinero, jornalero, el fin de estos personajes es ganar dólares para regresar después a su casa.
En la escena trece Asunción está situado en el desierto con tres hombres más que están esperando el momento indicado para poder cruzar la barda que los separa de sus sueños, el hombre llamado “el coyote” que los ayudara a cruzar les dice que deben esperar la señal del santo para que no los vean los de la policía de migración.
En la escena dieciocho Asunción sigue caminando por el desierto y sospecha que se ha perdido en el desierto junto con el grupo.
En la escena veintidós que transcurre en el desierto de noche, podemos encontrar una conversación entre Asunción y Soledad que insiste en que regrese a su casa, con su gente, en ese momento Asunción se encuentra delirando perdido en el desierto y lo único que lo mantiene es la promesa que un día le hizo a su padre ya muerto, en ese momento me doy cuenta que el personaje muere en el intento de cruzar la frontera.
Soledad
El personaje de soledad en la obra es la esposa de Asunción el protagonista, ella no está de acuerdo en que él se vaya en busca de un trabajo en el otro lado, lejos de su familia de donde quizás no regrese jamás. Soledad esta en un embarazo avanzado y desea que su hijo nazca con un padre a su lado. En la Tercera Escena hay un retroceso en el tiempo. Asunción se encuentra parado junto a la puerta despidiéndose de su esposa soledad que en ese momento no encuentra como detenerlo, así que amenaza con borrarle el sendero entre sueños para que no encuentre las huellas de los otros hombres que se han ido y no han regresado con su familia para que no siga el mismo camino. Soledad una mujer joven como tantas de su pueblo es abandonada con sus hijos y familia por su esposo que va en busca de una mejor oportunidad.
Soledad vuelve aparecer en la escena Diez se encuentra en su pueblo acompañada de una partera a punto de dar a luz, pero soledad no quiere que nazca su hijo por miedo a que también la abandone. El personaje no quiere que su hijo al crecer se vaya como todos los hombres del pueblo, le tiene miedo al abandono, posiblemente porque ella creció también sin un padre. Hay un momento en aparece un chiquillo informando de lo que sucede en el pueblo, en forma de chisme dice que ya llegaron “Los Peinados” aquellos que un día se fueron al otro lado y pudieron regresar con dólares. El personaje del Chiquillo la dramaturga lo retoma de la obra “Camino Rojo a Sabaiba” de Oscar Liera recordando que el personaje del chiquillo es el que lleva la noticia de la llegada de una carpa con el espectáculo de la mujer tarántula.
En la escena catorce Soledad aparece en la comandancia de una ciudad fronteriza buscando a su marido, ya que lo ha buscado por varias partes, ella quiere hacerlo regresar de cualquier modo. El personaje lleva aun el hijo en el vientre, el comandante y el guardia le hacen saber que Asunción no está dentro de la comisaria en ese momento soledad nos hace saber que el producto está muerto en su vientre. Prefiere no dejar nacer a su hijo y seguir cargándolo en el vientre hasta encontrar a Asunción, que la llama en sueños, posiblemente tiene el presentimiento de que su esposo ya está muerto y quiere ir a la frontera para encontrar sus restos.
En la escena Dieciséis aparece soledad sobre un nicho llevado por un grupo de mujeres en una procesión, diciendo que es “La Santísima Virgen Parturienta de la Ascensión” donde “El Santo Peregrino” ha decidido volver a nacer, ese santo que la gente del pueblo se ha inventado para no perder la fe en cruzar al otro lado. Soledad vaga por el pueblo en un estado delirante entra en esta situación en un momento conveniente por un grupo de mujeres llevadas por un mismo fin, de mantener las creencias religiosas en un pueblo que ha sido olvidado por las autoridades pero no por los santos. Es así como termina Soledad en la iglesia de un pueblo, impuesta como Virgen por un grupo de mujeres solas, las cuales también fueron abandonadas por sus esposos e hijos para ir en busca del sueño americano y que los pocos que lograron cruzar no volvieron y el resto murió en el intento.
En la escena veintidós soledad reaparece en una conversación con Asunción, ella insiste en que regrese, podemos decir que es un sueño o la imaginación de Asunción en su delirio, puesto que soledad ya está muerta, pero ella prometió que hasta en sus sueños perseguiría a su marido para cuidarlo.
El Frontera
Es un personaje que eventualmente rompe con la cuarta pared dirigiéndose al público, toma el papel de narrador de los sucesos que van ocurriendo conforme avanza la historia que envuelve al resto de los personajes. En la escena cinco hace ver al publico su doble postura, lo podemos comparar con las dos caras de la barda que divide a México con Estados Unidos, así lo puedo deducir ya que su vestuario lleva una camisa que está dividida por la mitad, de un lado lleva la bandera de Estados Unidos de América y en la otra mitad la bandera de México y en la espalda lleva la imagen de la virgen de Guadalupe. En la escena siete y ocho vemos a este personaje pendiente de un grupo de hombres que están dispuestos a pasar la frontera y que están en la espera de la oportunidad, se mezcla con el grupo y entre los efectos del alcohol reclama a Santana la traición del pueblo Mexicano al vender una parte de la extensión del país. En todo momento sigue al grupo de personas que va tras el santo, que se ha encargado de reunir a todas las personas que desean cruzar la frontera.
En la escena veintiuno reaparece el frontera vestido de agente de migración, en esta ocasión podemos ver su otra mitad, la cara contraria de la barda previniendo al agente de la patrulla de migración al escuchar a un grupo tratando de cruzar, haciendo una comparación de ese instante con los sacrificios humanos que hacían los mayas para ofrecer culto a los dioses derramando sangre inocente con las muertes que se ocasionan cuando el frontera le da la instrucción de que dispare al grupo de personas que está tratando de cruzar subiendo la alambrada.
En la escena veinticinco el frontera deja en claro a qué lado de la alambrada se inclina su preferencia, su elección ha sido pasarse del lado Norte Americano al proclamarse ciudadano Americano, sin preocuparle el destino del grupo de personas que intentan cruzar dejando sus raíces mexicanas a pesar de que critica todos los sucesos en Estados Unidos conforme a las guerras en donde ha sido participe, pero su posición solo permite criticar y lavarse las manos como Pilatos, dejando que las cosas sucedan solo interviniendo en los sucesos más convenientes. En la última escena de la obra narra un suceso anterior donde un grupo de mujeres son asesinadas por llevar su fanatismo y creencias religiosas al extremo y confrontarse con la ley de un país que no acepta llevar a la legalidad su santo, para volver hacer una comparación de los sacrificios ofrecidos a los dioses en los rituales mayas, llevándose así el cuerpo sin vida de Asunción que sigue aferrado a la alambrada hacia los Estados Unidos de América.
Escena XXVI
Frontera: Todas quedaron apuñaladas, filereadas por las bazucas. Madreadas por las piedras que les cayeron de chingazo sobre la jeta. Allí se quedaron, quietas, serenas, como las cachoras a la hora en que cala más el solen el desierto; con los ojos abiertos, inservibles, porque ya no alcanzaron a ver sus propios despojos. Luego se formo un charco de sangre rojo oscuro, casi negro, y se lo bebió la tierra. La tierra que tenía tanta sed que les dejo seco el cuerpo. Ni una gota, ni una nada por donde aflorar la vida. Hermanos y hermanas como perros con rabia, mordiéndose, arañándose, arrancándose el alma a pedazos. Y por la tierra corría la sangre. Y la sangre buscaba su cauce para formar sus propios ríos. Porque en este país que tiene tantos ríos como venas en el cuerpo y lo recorren de extremo a extremo; hacia el norte y hacia el sur, hacia el oriente y hacia el poniente… From was the border to were the land of the Mayans ends.
(Entra el padre, se arrodilla junto a una de las mujeres que están tendidas)
El Frontera: Un país de santos. Desde Juan Diego hasta Juan Soldado. Santos Mexicanos. Santos Fronterizos. Border Santos. Tablitas de salvación, ese. Agüita de lluvia fresca, papelitos de colores, milagritos de esperanza…
El Frontera: De serpientes emplumadas y profecías de centauros blancos, cabelleras rubias y pectorales de metal. Caballeros águila. Caballeros tigre. Gonorrea, herpes y sida de importación. Prostitutas nacionales y parroquianos extranjeros. De aventureros y conquistadores: Cortés y La Malinche, Maximiliano y Juárez…. Aquí somos otros. Aquí nos morimos y nos da risa. Le cantamos rezos a la Virgen azteca, la esa del Tepeyac, La Lupe, y nos comemos las calaveras azucaradas. (Grita, no canta) ¡Viene la muerte luciendo mil llamativos colores! ¡Ven dame un beso, pelona, que ando huérfano de amores! Pos ya se acabo el teatro, raza. No se apuren esos, que aquí no ha pasado nada. Aquí se rompió una taza y cada quien pá su casa, ¿Qué no? Una última cosa: me dicen pachuco, cholo, gangbanger, bato loco, pocho, chicano, pero me llamo FRONTERA. (Se dirige a la alambrada donde esta Asunción. Carga el cuerpo sobre su espalda) ¡Vámonos pues Asunción! Let’s go to América. (Canta): “Me vinieron a vender un santo, sin marco sin cristal y sin vidriera, y era de nogal, y era de nogal el santo, hijo de un cabron, hijo de un cabron, por eso pesaba tanto…”
(El Frontera atraviesa la alambrada y se interna en Estados Unidos, mientras la mujer, con su cántaro de agua, lo mira alejarse).
Es así como la dramaturga le da vida a todos aquellos conceptos que ha visto, escuchado, vivido y estudiado a los largo de su vida y trayectoria.
La frontera no es solamente un lugar de paso, una pausa en el camino de los que tratan de cruzar al “Otro lado”; tampoco es sólo la alambrada que establece los linderos entre los dos países. La frontera es un espacio vital, físico y mental, un lugar donde se gestan a diario procesos culturales porque los que allí llegan y los que allí vivimos, compartimos no sólo la tierra, el aire, el sol, el mar, los edificios, los restaurantes, los saludos o los insultos, la inseguridad y la fiesta; compartimos también nuestras culturas, porque a la frontera no se llega y se va de manera impune, porque se deja huella y eso es lo que la fertiliza, lo que la hace compleja y absolutamente pródiga en expresiones.3
Celso
Este personaje extraído de la obra de “Camino Rojo a Sabaiba” de Oscar Liera por la dramaturga lo encontramos en la escena con el objetivo de justificar la creencia al santo que se encuentra en la carpa con la historia de la obra “El jinete de la divina providencia” de Oscar Liera.
Celso (Platica con un hombre que bebe pulque): Hay que creer; si, señor, hay que creer. Mire, yo le digo esto porque me consta. No desespere. Le aseguro que el día menos pensado se le hace el milagro, faltaba más. Me acuerdo que hace algún tiempo, hubo un gran milagro que sucedió por allá por el rumbo de Culiacán. Se habla de un jinete misterioso al que le colgaban muchos milagritos. Lo mentaban Malverde, porque se cubría con la malva pa desaparecer rápidamente por entre los plantíos. Dicen que traía juidos a los rurales porque ayudaba a los pobres. Pues este hombre le digo fue traicionado por un compadre suyo que le corto las piernas pá que no escapara y cobrar la recompensa de cincuenta pesos, que en ese entonces era mucho dinero. Pues de ahí pal real, todo aquel que vaya solicitando los favores del Jinete de la Divina Providencia, como se le nombra actualmente, no le ha de faltar el sustento. Pero a este santo no se le reza, no, que va, a este se le lleva piedras que es lo que necesita para cubrir sus vergüenzas ¿Qué no ve que al pobre no podían enterrarlo a riesgo de morir en el intento?
3 Entrevista a Virginia Hernández, Universidad Autónoma de Baja California el 13 de Noviembre del 2011
En la escena dieciséis que se desarrolla en una cantina, uno de los lugares que frecuenta dicho personaje hablando de los sucesos que pasan en el pueblo acerca de los santos y los milagros que hace cuando se les tiene realmente fe, volviendo a traer al presente con su plática la historia del jinete de la divina providencia y de Juan soldado, siendo la burla de los hombres de la cantina por el cuento de las garzas.
Celso: Sin no es cuento, es la purita verdad. Cuando desperté esa madrugada, vi que estaba el cielo encendido de nubes anaranjadas. Algo extraño va a pasar en el pueblo, me dije. Cuando empecé a barbechar con la yunta. Al voltear la tierra salieron las lombrices y los gusanos y cuando llegue al extremo del a parcela, volví la mirada y parecía que había sembrado un surco de garzas. Las garzas vinieron a comer las lombrices. Lo ven, como si hubiera sembrado garzas que de repente levantan el vuelo como una nube blanca que se eleva al cielo con escándalo.
Es esta la última escena donde aparece Celso esperando a ser elegido por el santo para cruzar la frontera junto con el grupo de hombres de la cantina, mientras sigue contando cada una de sus historias. El personaje de Celso es como un segundo narrador ya que nos cuenta la historia de El Jinete de la Divina Providencia y como fue traicionado por el compadre, personaje que extrae la dramaturga para volverlo parte de la historia de Border Santo con el personaje del cojo.
También no podemos pasar desapercibido el personaje del cantinero en esta escena ya que nos da una referencia del origen de los personajes de las beatas y del texto retomado en “Anacleto Morones” nos da una imagen clara de estos personajes sustraídos y que se han retomado nuevamente.
El Cantinero (Asomándose): ¡Míados de burro calabacero te voy a echar, cabrón! (Pausa) ¡Viejas hijas del demonio! Ahí vienen todas juntas en procesión, como si fuera una recua levantando polvo.
Se escucha el canto de las mujeres y todos salen a ver. Llevan a soledad sobre un nicho. Es como una estatua petrificada. Algunos van arrodillados, llevan veladoras y flores. La procesión avanza lentamente.
El grupo de la cantina continúa junto a la puerta
El Cantinero: ¡Viejas indinas! ¡les debería dar vergüenza! Viejas y feas como pasmada de burro… ¿Cómo la ves, Celso?
En este fragmento podemos ver como se retomo el texto en Anacleto Morones no es su totalidad pero si para darnos cuenta de ello y hacer una comparación de estos dos grupos de mujeres en dos diferentes historias, pero que nos llevan a una imagen muy semejante.
¡Viejas, hijas del demonio! Las vi venir a todas juntas, en procesión. Vestidas de negro, sudando como mulas bajo el mero rayo del sol. Las vi desde lejos como si fuera una recua levantando polvo. Su cara ya ceniza de polvo. Negras todas ellas. Venían por el camino de Amula, cantando entre rezos, entre el calor, con sus negros escapularios grandotes y renegridos, sobre los que caía en goterones el sudor de su cara.
Las vi llegar y me escondí. Sabía lo que andaban haciendo y a quién buscaban. Por eso me di prisa a esconderme hasta el fondo del corral, corriendo ya con los pantalones en la mano. Pero ellas entraron y dieron conmigo. Dijeron: “¡Ave María Purísima!”
Yo estaba acuclillado en una piedra, sin hacer nada, solamente sentado allí con los pantalones caídos, para que ellas me vieran así y no se me arrimaran. Pero sólo dijeron: “¡Ave María Purísima!”Y se fueron acercando más. ¡Viejas indinas! ¡Les debería dar vergüenza! Se persignaron y se arrimaron hasta ponerse junto a mí, todas juntas, apretadas como en manojo, chorreando sudor y con los pelos untados a la cara como si les hubiera lloviznado.4
Las vi llegar y me escondí. Sabía lo que andaban haciendo y a quién buscaban. Por eso me di prisa a esconderme hasta el fondo del corral, corriendo ya con los pantalones en la mano. Pero ellas entraron y dieron conmigo. Dijeron: “¡Ave María Purísima!”
Yo estaba acuclillado en una piedra, sin hacer nada, solamente sentado allí con los pantalones caídos, para que ellas me vieran así y no se me arrimaran. Pero sólo dijeron: “¡Ave María Purísima!”Y se fueron acercando más. ¡Viejas indinas! ¡Les debería dar vergüenza! Se persignaron y se arrimaron hasta ponerse junto a mí, todas juntas, apretadas como en manojo, chorreando sudor y con los pelos untados a la cara como si les hubiera lloviznado.4
La Mujer
El símbolo de la figura femenina es muy representativo en la dramaturgia de Virginia Hernandez, ahora me pregunto ¿Por qué no se le otorgo un nombre a este personaje? Podemos verlo en varias escenas de la obra que cobran gran peso, ya que inicia la acotación con este personaje dándole vida en escena llevando en sus manos la esperanza para aquellos que se han perdido en el desierto, en sus sueños y quizás en el limbo. Esta mujer que se aparece a lo largo de la frontera cargada de estampas y escapularios de santos, siendo la protectora, transgrediendo el espacio y el tiempo, siendo la guardiana de la alambrada o quizás la misma muerte.
Escena l
La Mujer: Ya levántate, Asunción Razo. Ya es hora de que emprendas el camino. No falta mucho para llegar al Altar. Ya te están esperando.
Asunción: Si, ya es hora. Ahora si voy a pasar. Ahora sí ¿Ha visto pasar a muchos por aquí?
La Mujer: Síguete por esa vereda, no te vas a perder.
4 Rulfo Juan, Anacleto Morones El Llano en llamas www.Literatura.es/rulfo/morones.html
Asunción: ¿Usté no va?
La Mujer: Yo me quedo aquí. Tengo que esperar a los otros para ofrecerles agua y mostrarles la vereda. Esa es la tuya. Apúrate antes de que el sol apriete.
Asunción: Gracias, Señora.
La Mujer: No me agradezcas, esas son penitencias.
Asunción sale. La mujer lo observa.
El Cojo
Un hombre que siempre lleva cargando un costal con piedras, va por el pueblo pidiendo que le regalen piedras grandes a cambio de estampitas del santo o de algún favor, él no puede recoger las piedras porque es una penitencia que está llevando, tiene que juntar el mayor número de piedras regaladas de buena fe. En la escena seis en la fila que haciendo la gente para entrar a la carpa para ver al santo se encuentra a Celso que le pregunta por las piedras del costal, el cojo saca una por una mostrándoselas a Celso en ese instante una mujer hace callar a su hijo golpeándolo con una de las piedras del costal, en la escena ocho cuando regresa las piedras se da cuenta de que una de ellas esta manchada de sangre y la arroja. En la escena diecisiete que transcurre en una cantina, vuelven aparecer juntos los personajes de Celso y el Cojo, este llevando noticias por el pueblo sobre “El Santo Peregrino”. Aparte de que la gente del pueblo se burla de él y lo utiliza para llevar falsos chismes. En la escena veintidós el cojo (Anselmo) tiene una conversación con Martha donde poco a poco se va descubriendo que el cojo es el compadre de Malverde y que fue este que lo mato por la recompensa que ofrecían por capturarlo.
Cojo (Que se ha quedado solo): No, Marthita, mi compadre no está enfermo. Esta muerto. Se murió desangrado después del machetazo que le di. (Saca una bolsita con monedas de oro): Cincuenta pesos de los de antes. Eso me dieron por mi compadre, Marthita. Po eso le estoy haciendo su casa, pá que ya me deje descansar en paz.
Dramaturgia del Norte
La dramaturgia del Norte ha sido delimitada por todos los Estados fronterizos con Estados Unidos, formando una preocupación social sobre los hechos que ocurren en diversos espacios abiertos, siendo así como adquiere su propio concepto y forma parte de varias investigaciones puesto que ha captado la atención de varios países del mundo.
El concepto “Dramaturgia del Norte”, no es una construcción artificial de Enrique Mijares, a quien es atribuible el término. El conocimiento del corpus de obras que se han generado en esta porción del territorio nacional permitieron desarrollar el concepto. Se trata de una abstracción que considera el vínculo estrecho entre entorno y escritura teatral. Si bien en este momento contamos con una gran cantidad de obras que evidencian la unión del teatro y contexto norteño, también hay otras de autores nacidos o avecindados en el Norte que por el contrario, buscan a priori trascender los temas regionales para acceder a la universalidad, es decir, tienen la aspiración de buscar la generalidad, de plantear lo trascendente sin arraigo, sin especificidad, sin contexto, por lo que esta producción no entra en el conjunto de obras que estudiamos. En este sentido, Víctor Hugo Rascón Banda distingue en el Dossier de la Revista Paso de Gato números 14 / 15, tres grupos: las obras en que se retoma el entorno, el teatro que escriben los nacidos en el Norte y afincados en el D. F., y el teatro que escriben dramaturgos que radicando en esta zona, “ignoran su región”.
La dramaturgia norteña, explica Mijares, “tiene una preocupación social muy fuerte”. En el Norte los paisajes son vastedades, no son los espacios cerrados de la metrópoli, lo que sucede a la sociedad le concierne a los creadores, los significa y determina en sus obras. Este hecho, además de las características temáticas, genera una teatralidad distinta a la que podemos observar en el Distrito Federal, donde con frecuencia la intención se ha vuelto solipsista.5
5 Galicia Rocío, La Dramaturgia del Norte de México Revista de Teatro TRAMOYAM 1 2005
No podemos dejar de mencionar a Pilo Galindo en Ciudad Juárez, creó el Taller de Teatro 1939, Medardo Treviño que después de estar en Monterrey regreso a Ciudad Victoria para constituir el grupo Tequio, Manuel Talavera heredó de la maestra Esperanza Gutiérrez el grupo de teatro del Seguro Social de Ciudad Delicias, Enrique Mijares creó el grupo Espacio Vacío con el cual trabajó en las ciudades de México, Guanajuato, Aguascalientes y Barcelona para finalmente asentarse en 1980 en su natal Durango. En Sonora Cutberto López se inició como actor y mimo con el grupo de la Casa de la Cultura de Hermosillo, Sergio Galindo creó la Compañía Teatral del Norte A. C. Esto es solo haciendo referencia de algunos Dramaturgos que iniciaron con el movimiento.
Los autores norteños que asumen un diálogo crítico con su territorialidad, problemática, idiosincrasia, postura y preocupación social, constituyen esta dramaturgia norteña, la cual Mijares explica como “un archipiélago de circunstancias que han coincidido en el tiempo y en el espacio extendido de la zona Norte...”. La imagen es certera para describir cómo los esfuerzos particulares de los dramaturgos en su región constituyen a mayor escala un conjunto que emerge en la extensión norfronteriza, sin una conciencia de formar necesariamente redes que los aglutinen. La metáfora del archipiélago es muy afortunada porque alude simultáneamente a una cohesión, pero también implica una separación latente en cuanto a que no se trata de un movimiento estructurado. El archipiélago es un “conjunto de islas unidas por aquello que las separa”. 6
Es a si como también muestro una comparación de un texto de Eugenio Barba en la siguiente Cita.
· El impulso a viajar lejos del territorio en el que vive normalmente el teatro.
· El descubrimiento de un vínculo con personas y grupos que viven en condiciones similares a aquellas en las que nosotros vivíamos o habíamos vivido.
· La conciencia de que la profesión del teatro proviene de una actitud existencial en un único país transnacional y transcultural.
Este país me ha parecido por mucho tiempo como un archipiélago. Y sus islas, como las islas flotantes. He utilizado un parangón histórico del Nuevo Mundo habla de hombres que abandonaron la seguridad de la tierra firme para llevar una existencia precaria sobre las islas flotantes. Para permanecer fieles a sus deseos, construyeron pueblos y ciudades o bien míseras moradas con un punado de tierra por huerto, allí donde parecía imposible construir o cultivar algo: sobre el agua y en las corrientes. Eran hombres que, que ya sea por necesidad personal porque eran constreñidos, parecían destinados a ser asociables y consiguieron crear otros modelos de sociabilidad.7
7 Barba Eugenio, Las Islas Flotantes Técnicas y teorías de la dirección escénica Coleccion ESCENOLOGIA 1988
Imágenes
Conclusión
Un recurso literario presente en la obra de Border es la intertextualidad haciendo presente los textos de las obras “Camino rojo a Sabaiba” y “El jinete de la Divina Providencia de Oscar Liera; así como textos de Susana San Juan y Anacleto Morones de Juan Rulfo. Es así como Virginia Hernández les da una nueva significación dentro de su obra.
Por otra parte, varios dramaturgos e investigadores ubican en el trabajo de Óscar Liera el punto de arranque de la dramaturgia regional. Él se convierte en el ejemplo de quien sale del terruño para formarse y retorna para asumir su cultura patrimonial como eje de algunas de sus obras. Liera fue efectivamente uno de los primeros creadores en abordar en sus obras asuntos locales. Su sensibilidad aunada al conocimiento que tenía de su público, así como su contundencia en el manejo de los recursos escénicos, dieron como resultado un fuerte impacto en el teatro nacional, pues mereció el reconocimiento de la crítica y generó interés en otros creadores por explorar su propio contexto. Mijares incluso lo señala como punta de lanza del movimiento, pero también reconoce la labor de otros creadores. “Otros, con su ejemplo o por iniciativa espontánea, vieron abierta la posibilidad de un desarrollo autónomo in situ...”. Al retornar Liera a Sinaloa y producir ahí, fue inobjetable el impulso que este creador dio al teatro regional. Sin embargo, no fue una figura única, pues en la construcción de una empresa de estas dimensiones evidentemente intervienen directores, actores, promotores, escenógrafos, etcétera.8
Enrique Mijares nos habla de este recurso en su propuesta teórica de la realidad hipertextual del teatro Mexicano.
Intertextualidad; Saltando la polémica y la especificidad respecto a este recurso literario, presentamos una definición básica: la presencia efectiva de un texto en otro, ya sea un fragmento de una obra literaria o teatral, de un discurso político, histórico, antropológico, o de cualquier otro tipo. Este fragmento sacado de su contexto u obra original adquiere una nueva significación en el entramado al cual se integra.9
Hablar de frontera es la materia prima que han utilizado algunos dramaturgos en sus textos literarios como: Hugo Salcedo (El Viaje de los Cantores), Ángel Norzagaray (Cartas al pie de un árbol), Daniel Serrano (La ruta de las abejas y El cazador de gringos) Virginia Hernández (Expreso Norte), Sandra Mendoza (Hotel Frontera).
8 Galicia Rocío, Mijares Enrique, La Dramaturgia en el Norte de México, Revista de Teatro TRAMOYAM
9 Galicia Rocío, Mijares Enrique, Ensayo La realidad hipertextual del Teatro Mexicano, Revista de Teatro TRAMOYAM
Los personajes de la obra que se dividen en dos grupos: Los habitantes del pueblo fronterizo y los que llegan para cruzar la frontera. Pero los une la desesperación, y la miseria que generan un fanatismo religioso y la invención de santos. Al leer y ver teatro del norte especialmente con el tema de frontera, lo primero que pensamos son en las historias de mojados, coyotes, drogas, homicidios, prostitución, el sueño americano y todo lo que puede envolver a la ilegalidad. En esta ocasión Virginia Hernandez va mas allá y utiliza como medio un tema de gran controversia de todos los tiempos “La religión” y todo lo que puede desatarse a su alrededor por parte del ser humano si no son satisfechas esas necesidades de “Fe” que los mantiene cautivos.
La religión es otro tema que me apasiona y que puedes observar en mi obra; quizás porque uno no puede dejar de explicarse la vida a partir de lo trascendental.10
Virginia Hernandez habla de la “Fe” y de lo que el ser humano no puede dar explicación, por esto, son creados Santos inexistentes y se vuelve presa fácil de aquellos que profesan una religión y estafan a las personas comúnmente de bajo perfil económico y educativo. Como ejemplo podemos ver a canales de televisión abierta haciendo propaganda a su grupo religioso de origen Brasileño vendiendo soluciones y productos en nombre de un “Dios” que supuestamente quiere que ayuden a difundir su “palabra” colaborando para su Iglesia con donativos de dinero cada vez que se acude a ella. La dramaturga utiliza temas de referencia que forman parte de su geografía, de las problemáticas y preocupación social, lo que ocurre en su contexto.
Cuando Rocío Galicia me preguntó si me sentía parte del movimiento fronterizo, le contesté: No sé si formo parte de ese movimiento. Sólo puedo decir que vivo en la frontera, respiro la frontera, me duele la frontera, disfruto la frontera, me valgo de ella, la recreo en mis textos, me sirve de pretexto y me expreso a través y a partir de ella. Allí, creo que formaría parte de los que hablan de la frontera; pero también juego con las estructuras, mezclo y hago mixturas con los géneros literarios, transgredo las fronteras tradicionales del espacio escénico, o por lo menos lo intento. A la distancia, y en esta nueva reflexión sobre mi quehacer dramatúrgico, me parece que esta forma de hacer y de ver el teatro no es gratuita, sino obligada, sólo por formar parte de ese universo complejo, multiforme, sugerente, dinámico, poderosamente seductor que es la frontera. Y es que la frontera no es solamente un lugar de paso, una pausa en el camino de los que tratan de cruzar al “Otro lado”; tampoco es sólo la alambrada que establece los linderos entre los dos países. La frontera es un espacio vital, físico y mental, un lugar donde se gestan a diario procesos culturales porque los que allí llegan y los que allí vivimos, compartimos no sólo la tierra, el aire, el sol, el mar, los edificios, los restaurantes, los saludos o los insultos, la inseguridad y la fiesta; compartimos también nuestras culturas, porque a la frontera no se llega y se va de manera impune, porque se deja huella y eso es lo que la fertiliza, lo que la hace compleja y absolutamente pródiga en expresiones.11
REFERENCIA:
Serrano Daniel, Al límite… (Antología de dramaturgia bajacaliforniana, CAEN, Editores Los Inéditos)
Alberto Francisco, “Entrevista a Virginia Hernandez”, Revista Cultural: La Ventana núm. 51 (15 de Agosto – 14 de Septiembre)
Hernandez Virginia, “Teatro de Frontera” 15 -Durango, México: Siglo XXI, UJED, Espacio Vacío.
Eugenio Barba, “Las Islas Flotantes” Técnicas y Teorías de la dirección de Sergio Jiménez y Edgar Ceballos.
Hernandez Virginia, “Entrevista” Realizada por Marisol Ibarra Enríquez.
Oscar Liera, Obras de Teatro “Camino Rojo a Sabaiba y El Jinete de la divina providencia”
Galicia Rocío, Mijares Enrique, La Dramaturgia en el Norte de México, Revista de Teatro TRAMOYAM1, http://tramoyam1.blogspot.com/2009/01/teatro-roco-galicia-la-dramaturgia.html
Galicia Rocío, Mijares Enrique, Ensayo La realidad hipertextual del Teatro Mexicano, Revista de Teatro TRAMOYAM1, http://tramoyam1.blogspot.com/2009/01/teatro-roco-galicia-la-dramaturgia.html